El BDS responde a las acusaciones subrayando la defensa de la legalidad internacional

Un ejemplo de ello es el comunicado que la pasada semana hacía pública la “Campaña india por el boicot académico y cultural a Israel”, en respuesta al anuncio de celebración de un Festival de Cine en Bengaluru.

En el comunicado, el movimiento critica la puesta en escena del Festival, bajo el subtítulo “Espíritu de Creatividad”, argumentando la imposible asociación entre la creatividad y “el brutal bombardeo de Gaza, la ocupación mantenida de los Territorios Palestinos por parte de Israel, o sus políticas de Apartheid”.

Es un ejemplo de los muchos que saltan cada día a la prensa, aunque por cada uno de ellos, el movimiento soporta fuertes acusaciones. Un ejemplo relevante de la oposición a la política de Apartheid de Israel, declarada en sucesivas resoluciones de Naciones Unidas, es el movimiento “Boicot desde dentro”. La presentación del colectivo declara, desde la posición de palestinos, judíos y ciudadanos de Israel, su unión al llamamiento palestino a llevar a desarrollar los principios del BDS, inspirados en la lucha del pueblo de Sudáfrica contra el Apartheid. El movimiento manifiesta su dedicación a la promoción de una paz justa y una democracia verdadera en la región, y se opone a la decisión de los gobiernos occidentales de boicotear a los ciudadanos palestinos en los Territorios Ocupados, y especialmente, en la sitiada Gaza, una situación que califican de “escandalosa”, dado el apoyo prolongado al Apartheid que practica Israel, además de “otras violaciones diarias del derecho internacional”.

Pese a los titulares que días atrás se han centrado en descalificar al movimiento, el análisis de algunos especialistas en la zona se ha esforzado en contextualizar el BDS y subrayar la finalidad última de una campaña que, por encima de cualquier sentimiento antisemita, declara como principios básicos el fin de la ocupación, el derecho de los refugiados y el fin del apartheid. Eugenio García Gascón, corresponsal de Público, señala en su blog el desequilibrado balance de quienes han utilizado el episodio del festival de música de Benicássim para tachar de antisemita al BDS, frente a “la ocupación brutal, militar y permanente que ya dura cerca de medio siglo y que ha sido y está siendo trágica para millones de palestinos del interior y de la diáspora”.

García Gascón señala el hecho de que “los principales dirigentes del BDS en Estados Unidos justamente son judíos”, siendo frecuente verles haciendo declaraciones en las cadenas de televisión israelíes, “no solo a favor del boicot específico contra la ocupación sino también del boicot de Israel en general mientras dure la ocupación”.

El BDS se presenta como una campaña internacional de boicot, desinversiones y sanciones contra la colonización, el Apartheid y la ocupación israelí, que no está contra los judíos ni contra los ciudadanos del estado de Israel, “pues entre ellos hay quienes luchan por las mismas metas” y cuyo objetivo es derribar “esa ideología sionista que mantiene a un pueblo prisionero en su tierra mientras la explota en su propio beneficio, al tiempo que ese pueblo permanece sojuzgado, sin derecho al agua, a la tierra ni a un destino propio como personas y como pueblo”. En España, al más de un centenar de colectivos y empresas, las administraciones públicas han comenzado a sumarse a la campaña, contando ya entre sus integrantes a más de una decena de ayuntamientos y en Andalucía, desde el verano de 2014, a la Diputación de Sevilla.

¿Por qué el BDS? Aquí podrás oír testimonios de quienes conocen el BDS desde dentro y desde fuera

Imagen de la organización Al Quds, con motivo del décimo aniversario de la campaña BDS.

Imagen de la organización Al Quds, con motivo del décimo aniversario de la campaña BDS.

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