La historia de Palestina es la historia de una tierra deseada por muchos y disfrutada por unos pocos

Remontarse a los años de la época romana nos daría una visión del conflicto generado, desde tiempos inmemoriables, por disfrutar de esta tierra prometida. Pero para comprender la realidad de hoy en día, solamente hay que volver la vista atrás un siglo y acercarnos a la I Guerra Mundial.

El origen del conflicto

Alentado por el antisemitismo que sufrían los judíos en Europa, a comienzos del siglo XX tomó fuerza el movimiento sionista, que buscaba establecer un Estado para los judíos.

 

La región de Palestina, entre el río Jordán y el mar Mediterráneo, considerada sagrada para musulmanes, judíos y católicos, pertenecía por aquellos años al Imperio Otomano y estaba ocupada mayormente por árabes y otras comunidades musulmanas. Pero una fuerte inmigración judía, fomentada por las aspiraciones sionistas, comenzaba a generar resistencia entre las comunidades.

A su llegada, los judíos pidieron a los palestinos que se rebelaran contra el Imperio Otomano a cambio de promesas de independencia, promesas que nunca llegaron.

En 1916, Gran Bretaña y Francia, con el apoyo de Rusia, acordaron en el pacto Sykes-Picot el reparto de las posesiones del Imperio Otomano si ganaban la Primera Guerra Mundial. En él se estipulaba que Palestina, Siria, Irak y Líbano estarían bajo la administración de ingleses y franceses, pese a las promesas que se habían hecho a los árabes de independencia por levantarse contra los turcos.

Tras ello, se firmó la llamada ‘Declaración Balfour’ de 1917, en la que el Gobierno británico se comprometía a respaldar la creación de un hogar nacional judío en Palestina. Es aquí cuando comenzó un gran éxodo de judíos europeos hacia Palestina, que se dedicaron desde su llegada a comprar tierras a los árabes.   Tras la Primera Guerra Mundial, el acuerdo Sykes-Picot se ejecutó y, por mandato de la Sociedad de Naciones, Palestina pasa a estar bajo control de los ingleses. El Gobierno de Londres se mostró reacio a cumplir sus promesas de independencia a los árabes. Esto provocó un clima de tensión entre nacionalistas árabes y sionistas que desencadenó en enfrentamientos entre grupos paramilitares judíos y bandas árabes. A partir de ese momento, los judíos comenzaron a crear instituciones autónomas a modo de protoestado.

II Guerra Mundial y reparto de Palestina

Soldados israelíes atacando Sasa en la operación Hiram, octubre de 1948. Fotografía: Government Press Office (GPO), Israel.

Con la llegada al poder de Adolf Hitler en Alemania, las migraciones de judíos hacia Palestina se multiplicaron, lo que fue agravando la convivencia con los árabes palestinos, dando lugar a fuertes disputas y revueltas entre ambos.

Una vez acabada la Segunda Guerra Mundial, Gran Bretaña decidió dejar en manos de la ONU el problema de convivencia de ambas religiones. En 1947, la ONU decide que el Mandato Británico de Palestina debe ser dividido en dos estados, uno judío y otro árabe, y Jerusalén pasa a estar bajo mandato internacional.

Esta decisión fue aceptada por los israelíes (a los cuales se les otorgó el 55% del territorio) pero no por los palestinos. Tras abandonar oficialmente los ingleses el territorio palestino, el primer ministro israelí, David Ben-Gurión, declaró el Estado de Israel en 1948. Al día siguiente, una coalición de países árabes (integrada por Egipto, Siria, Transjordania, Líbano e Irak) que no aceptaban la resolución y apoyaban a Palestina, comenzaron una guerra contra los judíos. Durante este conflicto, Israel se hizo con el 77% del territorio y más de 700.000 palestinos se convirtieron en refugiados en los países vecinos.

Pero 1948 no sería el último enfrentamiento entre árabes y judíos. En 1956, una crisis por el Canal de Suez enfrentaría al Estado de Israel con Egipto, que no sería definida en el terreno de combate sino por la presión internacional sobre Israel, Francia e Inglaterra.

La Guerra de los Seis Días

Terroristas palestinos atacan a la delegación israelita en los Juegos Olímpicos de Munich. 1972. Fotografía: Russell McPhedran.

Pero los combates sí tendrían la última palabra en 1967 en la Guerra de los Seis Días.

Lo que ocurrió entre el 5 y el 10 de junio de ese año tuvo consecuencias profundas y duraderas a distintos niveles. Fue una victoria aplastante de Israel frente a una coalición árabe. Israel capturó la Franja de Gaza y la península del Sinaí a Egipto, Cisjordania (incluida Jerusalén Oriental) a Jordania y los Altos del Golán a Siria. Medio millón de palestinos huyeron. Ese mismo año, las Naciones Unidas ordenaron la retirada de Israel de esas tres zonas, algo que hasta día de hoy –con más guerras y conflictos armados entre árabes e israelíes- no se ha producido y que los palestinos reclaman.

Este hecho aumentó el sentimiento nacionalista de los palestinos, dando lugar a una serie de atentados, entre los que destaca los asesinatos de seis atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Munich en 1972.

El último conflicto árabe-israelí será la guerra de Yom Kipur en 1973, que enfrentó a Egipto y Siria contra Israel y le permitió a El Cairo recuperar el Sinaí (entregado completamente por Israel en 1982), pero no Gaza. Seis años después, Egipto se convierte en el primer país árabe en firmar la paz con Israel, un ejemplo solo seguido por Jordania.

Mapa de la ocupación de Palestina (clic para ampliar)

(Fuente: Negotiations Affairs Department. Palestine Liberation Organization: www.nad-plo.org)

Intifadas

Soldado israelí durante una operación en Nablus. Fotografía: Israel Defense Forces
Veinte años después de la ocupación militar israelí en Gaza, los palestinos comenzaron un “levantamiento” (Intifada) lanzando piedras y otros objetos a las tropas israelíes, equipadas con armamento pesado. La Primera Intifada duró desde 1987 hasta los Acuerdos de Paz de Oslo en 1993, cuando los palestinos reconocieron el Estado de Israel y éstos a su vez reconocieron a la Autoridad Nacional Palestina (ANP). En esta Primera Intifada murieron 1.470 palestinos y 271 israelíes.

Del año 2000 a 2005 se produjo la Segunda Intifada, originada tras la visita del entonces primer ministro israelí, Ariel Sharon, a la mezquita de Al-Aqsa en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén. Aunque Sharon acudió al lugar con el beneplácito del jefe de la seguridad palestina en Cisjordania, lo hizo justo cuando en Camp David se hablaba sobre el futuro de esta disputada ciudad. Y esto, no sentó nada bien entre los palestinos.

Las tensiones continuaban con la llegada del primer ministro israelí, Ariel Sharon, pero también con el surgimiento del grupo palestino Hamás, considerado un grupo terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.

Desde que Hamás llegara al poder a Gaza en 2007, se niega a reconocer los acuerdos logrados entre palestinos e israelíes, lo que dificulta las conversaciones de paz, también fomentado por el bloqueo económico llevado a cabo por Israel a Gaza tras la llegada de éstos al poder.

La guerra de Gaza

Fotografía: Al Jazeera English
Edificio destruido en Gaza. Enero de 2009. Fotografía: Al Jazeera English

Así se llegó en 2008 a la guerra de Gaza, en la que Hamás lanzó cohetes desde la Franja a Israel y éstos bombardearon Gaza con el fin de eliminar la base militar de Hamás. Esta ofensiva se saldó con 1.300 muertos, 5.000 heridos y unos 45.000 desplazados.

Mientras Hamás controlaba la Franja de Gaza y el Ejecutivo de Mahmud Abás del partido Al Fatah gobierna Cisjordania, Estados Unidos se queda a un paso de ejercer como mediador entre palestinos e israelíes para retomar las negociaciones de paz.

Cuando ambas partes habían cedido a la intervención de EEUU y el vicepresidente de ese país, Joe Biden, ya se encontraba en la zona para iniciar el diálogo, el Gobierno de Netanyahu anunció la construcción de 1.600 nuevas viviendas en territorio ocupado. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, lo consideró un “insulto” y los palestinos echaron marcha atrás en el reinicio de las negociaciones y poco después, Hamás llamó al Día de la Ira en la ciudad de Jerusalén.

Los enfrentamientos verbales y físicos siguen rigiendo las relaciones israelíes-palestinas.

Creación del Estado palestino

Fotografía: frontpagemag.com
En verano de 2010, la Autoridad Nacional Palestina dejó claras sus intenciones de proclamar el Estado palestino y de forma unilateral si no veía otra salida. Retomar el diálogo entre el Gobierno de Netanyahu y el de Mahmud Abás siempre queda en agua de borrajas, entre otras cosas porque Palestina pide que primero al menos Israel paralice la construcción en los asentamientos, e Israel se niega a aceptar condiciones previas a las negociaciones.

La ONU reconoció a Palestina como “Estado observador no miembro” a finales de 2012 y dejó de ser una “entidad observadora”.

El cambio les permitió a los palestinos participar en los debates de la Asamblea General y mejorar las posibilidades de ser miembro de agencias de la ONU y otros organismos.Pero el voto no creó al Estado palestino. Un año antes los palestinos lo intentaron pero no consiguieron apoyo suficiente en el Consejo de Seguridad.

Casi el 70% de los miembros de la Asamblea General de ONU (134 de 192) reconoce a Palestina como Estado.

El último conflicto en 2014

Imágenes de una escuela de primaria en el barrio de Rimal de Gaza, hogar de los refugiados palestinos, julio de 2014. Fotografía: Muhammad Sabah
Soldados israelíes protegen a un niño durante un ataque de Hamas en julio de 2014. Fotografía: Israel Defense Forces.

Tras el colapso de las conversaciones de paz auspiciadas por Estados Unidos y el anuncio a comienzos de junio de un gobierno de unidad entre las facciones palestinas de Fatah y Hamás, considerado inaceptable por Israel, comenzó una escalada de violencia.

El 12 de junio de 2014 tres jóvenes israelíes fueron secuestrados en Cisjordania y días después aparecieron asesinados. Israel culpó a Hamás y arrestó a cientos de miembros del grupo. Israel reconoció que no podía asegurar que el autor hubiera sido Hamás o una célula independiente. Tras los arrestos, se inició una escalada de violencia que terminó en en conflicto bélico el 8 de julio de 2014.

El 2 de julio –un día después del entierro de los israelíes– un palestino de 16 años fue secuestrado en Jerusalén Oriental y asesinado. Tres israelíes fueron acusados y desde Gaza se incrementó la tensión. El 7 de julio Hamás se atribuyó la responsabilidad por el lanzamiento de cohetes por primera vez en casi dos años, tras una serie de ataques aéreos israelíes en los que murieron varios miembros de su brazo armado.

El 8 de julio de 2014 las Fuerzas de Defensa de Israel lanzaron la Operación Margen Protector contra los militantes de Hamás en la Franja de Gaza, iniciándose el conflicto bélico de mayor envergadura desde la Operación Pilar Defensivo en 2012. Israel afirmó que el único objetivo de la operación era atacar al Movimiento de Resistencia Islámico (Hamás), la organización que gobierna la Franja tras ganar las elecciones en 2006. El Estado de Palestina y diversas organizaciones por los derechos humanos acusaron a Israel de llevar a cabo un ataque indiscriminado contra todos los palestinos, ya que los ataques también causaron la muerte de civiles. Por su parte, Hamás lanzó cohetes contra Israel en respuesta a misiles disparados por la Fuerza Aérea Israelí hacia la Franja de Gaza.

 

El 23 de julio, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navanethem Pillay, denunció que los ataques efectuados por las Fuerzas Armadas de Israel sobre Gaza podrían constituir crímenes de guerra Asimismo, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, aterrizó en Jerusalén; viajó a la zona en conflicto con la intención de presionar para logra un alto el fuego definitivo. También ese día, el secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, viajó a Tel Aviv; según su agenda, se reunió con Ban Ki-moon en Jerusalén, con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, en Ramala y con representantes del Gobierno israelí para intentar poner fin a las hostilidades entre las partes.

Finalmente, el 26 de agosto, tras 50 días de guerra, Israel, Hamás y los demás beligerantes aceptaron una tregua indefinida pactada bajo mediación egipcia. El alto el fuego supondría la apertura de todos los pasos fronterizos y la «entrada rápida de ayuda humanitaria y de medios para la reconstrucción», aseguraron los mediadores egipcios.

Desde que comenzara el conflicto en 1950, según el sociólogo y economista alemán, Gunner Heinsohn, han perdido la vida unas 51.000 personas. Aunque según el Centro de Información israelí por los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados, ‘Btselem’, desde 1987 hasta antes del inicio de la operación ‘Margen Protector’, han muerto 12.901 palestinos y 1.504 israelíes.